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miércoles, 26 de noviembre de 2014

El Poder de la Acción: Una habilidad de todo líder

En alguna ocasión un alumno le preguntó a su maestro:
“¿Cuál es la mejor forma de aprender un concepto nuevo? Y el maestro le dijo: Es simple, debes llevar ese concepto lo más rápido posible a la acción.” Este maestro se refería a que la forma más efectiva de que una información no sea olvidada es implementarla en nuestra vida, es ponerla en práctica, es tomar acción a partir del nuevo concepto.



Es muy recurrente que las personas por el temor a fracasar o cometer errores no implementen lo que teóricamente saben.
Es fundamental educarse, pero de nada le van a servir leer tantos artículos o invertir en varios cursos sobre liderazgo si usted no pasa a la acción. Empiece a hacer las cosas que un líder hace.
Los errores son los que nos hacen crecer. Si no cometemos errores, nunca vamos a crecer. Uno aprende cuando comete errores. Si usted quiere crecer tiene que equivocarse lo más rápido posible, tomando acción ahora.

Recuerdo la fábula del león y la gacela que decía: "Cada mañana, en el África, una gacela se despierta; sabe que deberá correr más rápido que el león, o éste la matará. Cada mañana en el África, un león se despierta; sabe que deberá correr más rápido que la gacela, o morirá de hambre. Cada mañana, cuando sale el sol, y no importa si eres un león o una gacela, mejor será que te pongas a correr".
Sí, lo mejor que puedes hacer es ponerte en camino con una firme confianza y un renovado entusiasmo. Correr con la fuerza de la esperanza y con esa energía interior que permite superar obstáculos y avanzar sin decaer. Seas león o gacela tienes que sentir el milagro de estar vivo, derrotar el desaliento y correr con ganas.
Si haces una lista de tus dones y te olvidas del ayer, podrás vivir el HOY con optimismo y serás capaz de insistir con tenacidad. ¡Animo! ¡No te rindas! ¡Corre con ilusión y cambia el pesimismo por una actitud mental y emocional positiva. ¡Recuerda que estar vivo es un milagro!



Examina todas las decisiones que has tomado a lo largo de los últimos años en tu vida y enfócate en aquellas que no has logrado traducir en acción. Determina cual era la meta específica que querías lograr al tomar dicha decisión. Escribe tus metas y ponlas en acción, identifica cada actividad que puedas desarrollar “ya”, da el primer paso a la realización que deseas lograr.

¿Has escuchado de la regla de las 6 horas? Esta dice que si dentro de las seis horas siguientes de la toma de una decisión no das el primer paso hacia implementarlo, la probabilidad de que dicha decisión llegue a producir los resultados deseados disminuye grandemente.

Recuerda: Toda meta, todo sueño, todo objetivo y propósito que desea alcanzar debe ir acompañado de alguna actividad significativa que puedas poner en práctica… y todas tus metas estarán cada vez más cerca del resultado que esperabas.

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